jueves, 28 de septiembre de 2017

¡ QUÉ PENA, SEÑOR, QUÉ PENA !

   Disculpe que, en esta ocasión, no reclame su atención para la agenda flamenca aunque, con sentimiento flamenco, surja del alma.
   Nací y he vivido en Cataluña hasta hace seis años… Indudablemente aquello se ha convertido en una secta que manipula, con hoja de ruta, los sentimientos de buena gente… He leído con lágrimas el artículo “No estáis solos” publicado hoy en ABC, dirigido a los policías que van a la tierra donde nací.
 No soy política ni belicista ni nada que se le parezca, pero creo firmemente en el sentido común.
   La increíble desfachatez que impera en el “gobierno catalán” es la indisimulada careta que blanden para su desesperado intento de afianzar la mafia que en realidad son.
   Por eso, sabiendo que usted forma parte de defensores del orden, toque directa o indirectamente su presencia estos días en las calles TOMADAS por grupos irracionales, quiero manifestar, junto a las buenas gentes, mi respeto a ustedes por su profesión y entrega.

¡Qué pena, Señor, qué pena!

viernes, 8 de septiembre de 2017

Lola se llama la niña




  Posiblemente  es la bailaora más joven que tiene una crónica de su tempranera actuación.
  Verán ustedes, el revuelo que ha formado  el duende  en la espontánea interpretación de Lola,  ha llegado calando nuestra sensibilidad, como por encanto, a través de una nota de prensa que, a su vez, recogía las emocionadas palabras de su futuro maestro. 
 Hay que reconocer que, en ese momento de la interpretación de Lola, se daban todas las circunstancias para que el duende apareciera sin artificio alguno y se expresara natural y auténtico, porque, la bailaora no era consciente de que la estaban mirando, aunque quienes lo hacían lloraban de emoción.
 El improvisado escenario fue en Granada en una habitación, la edad de Lola eran las primeras horas de su  nacimiento, le acompañaba al unísono el cariño embelesado de sus padres y bailó por  alegrías.
   … según ha explicado Tejada, ayer le puso unas alegrías a su hija “y empezó a mover las manos, le quitamos la música y empezó a llorar”
  Que el duende  siempre te acompañe, Lola,  para que transmitas alegría y arte.

Inmaculada Pantoja Mateu