jueves, 21 de diciembre de 2017

LA PAZ Y LA ALEGRÍA SEA CON VOSOTROS



La fascinación de Navidad
envuelve mi espíritu,
levanto los ojos
veo la Estrella,
de nuevo me lleva al Niño.
Con alegría y lágrimas
le entregaré mi humilde cosecha
y el cariño de mis amigos.
Hagámosle compañía cantando,
Él nos iluminará
para seguir caminando.

Inmaculada Pantoja

                                                    Navidad 2017

sábado, 4 de noviembre de 2017

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  Aurory últimamente había ampliado su compromiso histórico social, haciéndose activista de la cacerola, robándole a su estresante vida dedicada al trabajo, los  momentos programados para el ruido callejero desde la dirección musical del movimiento mafioso; por lo menos había conseguido des-aburrirse de la monotonía por la falta de estímulos vitales como  el interés por la familia, la cultura,  el conocimiento real de la política y de un largo etc, suplidos por la protección de la rutina y, dicho sea de paso, por la compañía de unos perritos (que nunca fallan a sus amos) y el cariño de su Juanjo.


  Aurory se encontraba transportada porque, al margen de que la cúpula mafiosa, que había alimentado escrupulosamente  a la turba  durante años, con adormideras repartidas por las escuelas y la TV propia  especialmente, gracias al último esfuerzo de enardecimiento programado en la huida hacia delante de los falsos patrioteros de cartón, que habían perdido el sentido del ridículo, en un intento de sálvese quien pueda  ante la justicia de un estado de derecho (Aurory tampoco sabía qué es eso), se habían autoproclamado los reyes del mambo, es decir técnicamente i n d e p e n d i e n t e s. Tan independientes que el jefe del grupo cogió las de villadiego constatando que la jugada no le había salido bien y que el futuro se le dibuja muy obscuro…”

 El grado de ensimismamiento de la comparsa conversa  había alcanzado altas cotas de estado hipnótico y, ausentándose de la realidad, entró en el mundo de los más ridículos dislates, difundiendo entre familiares y amigos la interpretación pictórica de una cabra  en una colina dando una soberana patada a un desafortunado bovino, lanzádolando por los aires con las patas para arriba y la cabeza para abajo…  La  pobre Aurory, devenida activista de la cacerola, ni siquiera era ya consciente de que  un toro pondría a volar un rebañito  de cabras antes de que éstas pudieran atacarle  quizás como ocurre con la mafia y las leyes de un estado democrático europeo.

jueves, 28 de septiembre de 2017

¡ QUÉ PENA, SEÑOR, QUÉ PENA !

   Disculpe que, en esta ocasión, no reclame su atención para la agenda flamenca aunque, con sentimiento flamenco, surja del alma.
   Nací y he vivido en Cataluña hasta hace seis años… Indudablemente aquello se ha convertido en una secta que manipula, con hoja de ruta, los sentimientos de buena gente… He leído con lágrimas el artículo “No estáis solos” publicado hoy en ABC, dirigido a los policías que van a la tierra donde nací.
 No soy política ni belicista ni nada que se le parezca, pero creo firmemente en el sentido común.
   La increíble desfachatez que impera en el “gobierno catalán” es la indisimulada careta que blanden para su desesperado intento de afianzar la mafia que en realidad son.
   Por eso, sabiendo que usted forma parte de defensores del orden, toque directa o indirectamente su presencia estos días en las calles TOMADAS por grupos irracionales, quiero manifestar, junto a las buenas gentes, mi respeto a ustedes por su profesión y entrega.

¡Qué pena, Señor, qué pena!

viernes, 8 de septiembre de 2017

Lola se llama la niña




  Posiblemente  es la bailaora más joven que tiene una crónica de su tempranera actuación.
  Verán ustedes, el revuelo que ha formado  el duende  en la espontánea interpretación de Lola,  ha llegado calando nuestra sensibilidad, como por encanto, a través de una nota de prensa que, a su vez, recogía las emocionadas palabras de su futuro maestro. 
 Hay que reconocer que, en ese momento de la interpretación de Lola, se daban todas las circunstancias para que el duende apareciera sin artificio alguno y se expresara natural y auténtico, porque, la bailaora no era consciente de que la estaban mirando, aunque quienes lo hacían lloraban de emoción.
 El improvisado escenario fue en Granada en una habitación, la edad de Lola eran las primeras horas de su  nacimiento, le acompañaba al unísono el cariño embelesado de sus padres y bailó por  alegrías.
   … según ha explicado Tejada, ayer le puso unas alegrías a su hija “y empezó a mover las manos, le quitamos la música y empezó a llorar”
  Que el duende  siempre te acompañe, Lola,  para que transmitas alegría y arte.

Inmaculada Pantoja Mateu


domingo, 23 de abril de 2017

T R O P E L I A

A B U S O  A D M I N I S T R A T I VO 

  Sakura, como cada mañana, salió a caminar, disfrutando del fresquito de las primeras horas, tomar café e hilvanar  las  diferentes gestiones por hacer, esperando cruzarse con buena gente, conocida o no, cuyos fortuitos saludos o pequeñas conversaciones siempre producen buenas vibraciones o comparten  preocupaciones, noticias…

  Reparó en que el motorizado cartero que la había saludado segundos antes con un movimiento de  cabeza, apareciera de nuevo a su lado tras hacer sonar el claxon, para llamar su atención y deshacer el camino recorrido en sentido opuesto.
-¿Están en su casa? – preguntó.
-Sí - respondió Sakura.
-Llevo una diligencia de Hacienda, pero en este momento no sé a quién va dirigida.
-Déjela allí, por favor.
 El cartero siempre daba muestras de profesionalidad.

 Sakura no se inquietó lo más mínimo por el anuncio de “una diligencia de Hacienda”,  mentalmente hizo un esquemático recorrido de sus deberes como ciudadana de pro y pensó que todo estaba en orden. Así pues, no debía preocuparse.

 Por otra parte, sí consideraba preocupante  que el municipio barcelonés, en el que había residido durante 30 años, todavía tuviera  pendiente rectificar un grave error que, desde hacía    seis años, la venía causando perjuicios aplicando la ley de la prepotencia.

 Y es que Sakura, en un contexto objetivo, muy especial, en el que teóricamente los medios de comunicación pregonan se solicite protección, tuvo que hacerse cargo de una elevada hipoteca y otros préstamos objetivamente necesarios, que únicamente podría saldar vendiendo su apartamento.

 La incipiente crisis del ladrillo ocasionó el paro total en la venta de pisos, con caída en picado del precio de los mismos.

 Sakura tardó varios años en conseguir la venta, con una  considerable bajada del precio previsto. Ya estaba jubilada, tenía cargas familiares ineludibles  y en adelante tendría que vivir de alquiler; además, su salud necesitaba presupuesto también necesario. Estaba claro que debería hablar con el ayuntamiento para que la eximiera del impuesto de la plusvalía. Pensaba que  la dignidad humana y el sentido común estaban de su lado.

  Ambas categorías estaban de su lado pero no así “la casa grande de todos” (eufemismo de ayuntamiento), que iba dando el silencio como respuesta, incluso en las ocasiones que, incansablemente,  Sakura se dirigía por burofax a la atención personal de la máxima autoridad de la alcaldía.

  Eso sí, la oficina de recaudación del municipio venía aplicando el máximo embargo “técnico” posible sobre su propia jubilación. Sakura no cesaba de reclamar.

  Aquella mañana, cuando Sakura leyó la diligencia que le había anunciado el cartero, lo que se llevó no fue un disgusto, fue un auténtico sentimiento de indignación: le comunicaban el ¡embargo de 20,10€, que le habían “pillado” en una cuenta bancaria!

  Se decía a sí misma que ella no era una delincuente ni una persona marginal; que delincuencia maltratadora era lo que el tal ayuntamiento venía cometiendo con ella.  Y no se conformaban con el embargo sobre su pensión…

 Con voluntad firme para defenderse de un poder ciego y malhechor, que no de la autoridad, consideró que embargar esos 20,10 euros era una nueva tropelía y objeto de denuncia a l juez de guardia. Como ciudadana, tenía el derecho y el deber de realizar esa denuncia.

  A la mañana siguiente, Sakura se dirigió al Servicio de  Información al Ciudadano del Juzgado para preguntar dónde podría realizar la gestión. La persona que amablemente la atendió  indicó el lugar. Una vez en el Juzgado de Guardia, presentó una copia del último burofax enviado a la máxima autoridad de la alcaldía y la copia de la diligencia de embargo de 20,10 euros. El funcionario que la atendía tuvo suficiente. Cuando entregó la copia de la denuncia a Sakura, en la misma decía  “……denuncia por tal tropelía al responsable en cuestión por los perjuicios que le están causando”.

   Una vez más, Sakura se alegraba de caminar por la vida amparándose en el  sentido común y la ética y en la convicción de que, en un estado de derecho, siempre es posible la defensa de la propia dignidad.